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Nosotras

La guerra contra las drogas ha tenido graves consecuencias para la población y no ha logrado reducir la producción, el tráfico, y el consumo de drogas. El mayor impacto de esta política punitiva es el encarcelamiento injusto de personas por delitos contra la salud.

Entre las principales víctimas están las mujeres, quienes juegan un rol bajo dentro de las redes delictivas. Hoy existen 3018 mujeres investigadas, procesadas o sentenciadas por delitos contra la salud. En su mayoría, fueron víctimas de violaciones de derechos humanos. Madres, embarazadas, indígenas, con dependientes económicos, trabajadoras del campo, con alguna discapacidad y/o las adultas mayores son las más afectadas, pues el Estado no toma en cuenta su identidad, ni las condiciones de involucramiento en estos delitos. Ellas sufren de manera desproporcionada los impactos del encarcelamiento.

Sin embargo, la historia de mano dura y castigo puede cambiar. Desde la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y EQUIS Justicia para las Mujeres, proponemos establecer un mecanismo legal para liberar a mujeres, víctimas de la política de drogas, e implementar estrategias integrales de reinserción social. Súmate a esta campaña. Con tu apoyo lograremos el primer paso para liberar a quienes no tendrían por qué estar en la cárcel.

#LiberarlasEsJusticia

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Las
razones
Las razones por las cuales las mujeres se involucran en el tráfico de drogas son diversas. La precariedad económica y el rol de cuidadoras, que socialmente está ligado al género femenino, son dos de las más comunes. También se puede deber a que las mujeres forman parte de una relación de poder desigual en donde su voluntad está condicionada, pues muchas consideran una obligación obedecer a sus parejas, padres, hijos o hermanos.
Las
experiencias
Muchas de las experiencias de las mujeres en las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas están relacionadas a roles bajos y reemplazables en la cadena de mando. Algunas de las actividades que realizan son: el traslado de estupefacientes; la siembra, la cosecha y/o el cultivo de amapola o marihuana; el empaque de sustancias ilegales para su traslado y el resguardo de drogas en sus hogares.
Las
consecuencias
El encarcelamiento de las mujeres por delitos relacionados con el tráfico de drogas tiene consecuencias importantes tanto en la vida de las mujeres como en su entorno. El debilitamiento familiar es uno de los efectos inminentes. El abandono por parte de su familia es otro, y los juicios sin perspectiva de género suelen ser bastante comunes.
Las
propuestas

Al iniciar el sexenio, el presidente de México planteó la posibilidad de seguir una estrategia distinta a la implementada por los sexenios anteriores. De hecho, el 30 de enero de 2019 declaró que la guerra contra el narcotráfico había terminado.

Todas y todos debemos ocuparnos de la situación que viven las mujeres privadas de la libertad, en especial aquellas que están encarceladas por delitos no violentos contra la salud como resultado de una política de combate a las drogas que, en palabras del presidente de México, ya no está vigente.

Ahora es el momento de actuar. La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) y EQUIS Justicia para las Mujeres queremos atender estas problemáticas.

Proponemos establecer un mecanismo legal para la liberación de las mujeres, víctimas de la política de drogas.
Proponemos la implementación de estrategias integrales de reinserción social, para que las mujeres tengan más opciones de vida.
Necesitamos transitar a políticas de drogas integrales, que prioricen la salud pública y los derechos humanos.